domingo, 26 de febrero de 2012

RED PÁDEL

Si Alejandro Sanz tenía el corazón "partío" yo, lo que tengo casi "partía" es la nariz. Y es que ya lo he dicho muchas veces, el pádel es -por mucho que algunos lo nieguen- un deporte de riesgo y hay determinados tipos de golpes que deberían estar prohibidos en el reglamento.

Mi profesor de pádel -que ya no es argentino sino de Talavera de la Reina- tuvo el otro día la genial idea de enseñarnos ese golpe que consiste en estampar directamente la bola contra la pared de tal forma que salga disparada al campo contrario. ¡Iluso!

Yo le dije que me parecía una temeridad y que, a mí personalmente, todavía me quedan un par de cursos para llegar a ese nivel de juego pero el insistió, "el momento ha llegado". Tengo que decir, en honor a la verdad, que el ejercicio tuvo mejores resultados que los esperados.

La teoría estaba clara: dar la bola de abajo hacia arriba -es el único golpe en el que la pala mira hacia abajo-; que se estampe en la pared a cierta altura -no es necesario dar la bola con demasiada fuerza-;  y terminar con la pala en alto -sin envolvernos como si fueramos un regalo de Navidad-. De unos veinte intentos, cinco -por lo menos- fueron plenamente satisfactorios.

Pero, claro, no es lo mismo dar el golpetazo en cuestión en parado y sabiendo por donde va a venir la bola que cuando estás en plena vorágine del juego cuando no tienes tiempo para pensar ni en la posición de la pala, ni en la fuerza que tienes -o que te falta-, ni en el envoltorio de los regalos de Navidad o del día del padre.

En la vorágine del partido, y más cuando se pierde 5-0, una hace lo que puede: en vez de dar un golpe de abajo hacia arriba da un golpe frontal; tan frontal que la bola, en vez de salir disparada hacia la pista rival, sale disparada hacia la frente amiga -es decir, la propia frente-; evidentemente la preocupación por la posición final de la pala -brazo en alto- pasa a un segundo plano dando lugar a un "auto-abrazo" tan pasional que el hueso de la muñeca choca frontalmente contra la nariz mientras que la pala frena su recorrido en la parte trasera de la cabeza.

Frente y parte trasera de la cabeza solo sufren pequeños traumatismos que rapidamente adquieren la redonda forma de los chichones. Por suparte, en la nariz se ha producido la rotura de alguna pequeña vena que da origen a una pequeña hemorragia. Pequeña, sí, pero suficiente para interrumpir el partido y observar como el precioso polo Padel Lobb comprado en la última venta de Buyvip se tiñe ligeramente de rojo.

La situación, a pesar del ridículo hecho, lejos de hundirme en la miseria me hace reflexionar: hay que ir a la pista preparada para estos menesteres. Y he aquí mi propuesta de hoy: equipación roja para disimular las secuelas de los paletazos -o bolazos- en la cara.



Vestido: www.lacoste.com
Polo y falda: www.padellobb.com
Pantalón: www.starvie.com

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